1915, un año pleno

1915, un año pleno

El 15 de enero de 1915 Manuel de Falla y Joaquín Turina recibieron el homenaje del Ateneo de Madrid. En la velada tuvo lugar el estreno de Siete canciones populares españolas, que Falla había compuesto durante los últimos meses de su residencia en la capital francesa.

Es en 1915 cuando el matrimonio formado por Gregorio Martínez Sierra y María de la O Lejárraga, al que Falla conoció en París dos años antes, pasa a ocupar un lugar destacado en la vida y la obra del músico. Gregorio forjó por entonces su primera compañía dramática y se hallaba a las puertas de ser el director y empresario del Teatro Eslava de Madrid. Por su parte, María era la autora de las obras dramáticas llevadas a la escena y publicadas con el nombre «Gregorio Martínez Sierra», y ello por acuerdo de la pareja. Si se puede resumir así: ella escribía, él hacía.

María Martínez Sierra mantuvo una intensa amistad con Manuel de Falla. Ella le dio a conocer Granada. Calificada por María como «la mejor aventura de nuestra amistad» en su libro de memorias Gregorio y yo, la escritora ofreció en sus páginas un retrato vívido de lo acaecido durante los últimos días de marzo y primeros de abril de 1915:

Una mañana de abril [...] dije: «Hoy vamos a visitar la Alhambra». Y allá fuimos [...]. Al llegar a las puertas de lo que fue palacio y fortaleza, dije a mi compañero de peregrinación: «Déme usted la mano, cierre los ojos y no vuelva a abrirlos hasta que yo le avise». Consintió en mi capricho, divertido como chiquillo que juega a ser ciego [...]. Condújele a la ventana central [de la Sala de Embajadores en la Torre de Comares] [...] «¡Mire usted!», dije soltando la mano de mi compañero. Y él abrió los ojos. No se me olvida el ¡aaah! que salió de su boca. Fue casi un grito1515. MARTÍNEZ SIERRA, María. Gregorio y yo. Medio siglo de colaboración. Valencia, Pre-Textos, 2000, p. 195..

Horas antes del estreno de El amor brujo en el Teatro Lara de Madrid, Manuel de Falla concedió una entrevista al diario La Patria. Aquel 15 de abril de 1915 los lectores del periódico comprobaron cómo el compositor se deshacía en elogios a su colaborador literario, Martínez Sierra (María, aunque se hablara de Gregorio por lo ya explicado), y a Pastora Imperio, impulsora de la idea inicial de El amor brujo y encargada de su estreno. También afirmaba Falla:

Hemos hecho una obra rara, nueva, que desconocemos el efecto que pueda producir en el público, pero que hemos «sentido»1616. La Patria. Madrid, 15 de abril de 1915. Entrevista de Rafael Benedito a Manuel de Falla..

La segunda mitad del año 1915 el músico la pasa mayormente en Cataluña en unión de los Martínez Sierra. La población costera de Sitges, en la que el pintor Santiago Rusiñol tiene su casa del «Cau Ferrat» —donde Falla llega a trabajar en sus Noches en los jardines de España—, y Barcelona marcan las etapas de esta temporada catalana.

Fruto de la comunicación entre María Martínez Sierra y Manuel de Falla durante los meses compartidos en Cataluña son las postales que aquélla escribe al compositor. En la última de las tarjetas María escribe:

Feliz año nuevo. A merry new year. ¡Adieu, oh Barcelone! ¡Vive la musique moderne! ¡Oh mon cher maître, que je suis bête! [¡Oh mi querido maestro, qué tonta soy!] No me gusta cumplir un año más, aunque no me importa que me quede uno menos. ¡Bonsoir!1717. Tarjeta postal de María Martínez Sierra a Manuel de Falla, fechada el 28 de diciembre de 1915 [s.l.]. Reproduce un cuadro de Santiago Rusiñol (Jardín de Aranjuez). A.M.F. (carpeta de corresp. 7251)..

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