[...] el Albaicín, según tengo entendido, es un barrio extremo de la ciudad, que por cierto está en cuesta [...] Respecto a pregones: casi no recuerdo ninguno. La fuente de donde dices que es buena el agua, es la del Avellano; pero ésta no creo que se venda a gritos por la calle [...]. La que sí se pregona es ¡agua de los algibes de la Alhambra! en un tono que casi es rezado y con un deje un poco parecido al de los cubanos [...]1212. Carta manuscrita de Antonio Arango a Manuel de Falla, fechada el 8 de septiembre de 1904 [s.l.]. A.M.F. (carpeta de corresp. 6710)..
Los infructuosos intentos de estrenar La vida breve, a pesar de haber obtenido el premio de la madrileña Academia de Bellas Artes, y la natural atracción que un músico como Falla debía sentir por París le animaron a marchar en 1907 a la capital francesa, donde permanecería hasta el inicio de la primera guerra mundial en 1914. Años después Falla escribirá a su amigo el pintor Ignacio Zuloaga:[...] para cuanto se refiere a mi oficio, mi patria es París. De no ser por París [...] yo hubiera tenido que abandonar la composición y dedicarme a dar lecciones para poder vivir1313. Carta manuscrita de Manuel de Falla a Ignacio Zuloaga, fechada en Granada el 12 de febrero de 1923. Se desconoce la localización del original. Se puede consultar fotocopia en A.M.F. (carpeta de corresp. 7798)..
Durante su residencia en París Manuel de Falla conoce a destacados músicos e intérpretes con los que entabla amistad y continúa la que ya tenía con Joaquín Turina, quien se había trasladado a la capital francesa en 1905. A pesar de la estrechez económica con la que vive y de la lucha por lograr llevar a la escena su ópera La vida breve, Falla siente que está en su lugar. Todos le acogen como a un igual:Mi primera gran satisfacción en París la tuve poco después de mi llegada, cuando visité a Dukas [...] Me pidió que le hiciera conocer algún trabajo para saber el camino que me convenía seguir; le hice oír La vida breve [...] y tales ánimos me dieron sus palabras que, como le dije, me parecía que despertaba de un mal sueño1414. Carta manuscrita de Manuel de Falla a Carlos Fernández Shaw, fechada en París el 31 de mayo de 1910. Se conserva el original en la Fundación Juan March (Madrid), Archivo Fernández-Shaw. Se puede consultar fotocopia en A.M.F. (carpeta de corresp. 6973)..
Este relato de los primeros contactos parisinos lo hizo Falla en carta a Carlos Fernández Shaw. En la misiva, el compositor se extiende en lo que él mismo llama «letanía de gratitudes», haciendo hincapié en la importancia de su encuentro con Albéniz, Debussy, Ravel y el pianista español Ricardo Viñes, entre otros.